Luciano se encontró en un bar con una amiga, estaba abatido su novia lo había dejado y en el trabajo no obtuvo el ascenso esperado que le serviría para pagar el alquiler.
Su amiga después de escucharlo sacó un billete de 500 pesos y le preguntó si lo quería. Claro que sí. Antes de dárselo la chica lo hizo un bollo y le preguntó si aún lo quería. Si, respondió. Lo tiró al suelo, lo pisó y lo restregó con su pie. Lo levantó todo sucio y preguntó. ¿Lo sigues queriendo? Sin dudas mientras no esté roto conserva todo su valor.
Debes saber que aunque algo no salga como quieres o las cosas no son como deseas, aunque la vida te arrugue o pisotee sigues siendo tan valioso como siempre has sido. Preguntarte cuánto vales en realidad y no lo golpeado o abatido que puedes estar en un momento de tu vida.
Esto vale para todos nosotros.
Que tengan buena semana.
Hna. María Elena Fernández
Inspectora