«Se lo voy a contar a otro». Eso es lo primero que surge cuando la alegría nos invade, parece que no podemos
contenerlo solos. Queremos compartir la enorme alegría interior.
El Evangelio de hoy dice: “las mujeres (…) impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípulos». Y es lo que desea Jesús: vayan a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.
Contarle a otro que Jesús resucitó y está vivo es lo que deseamos todos los cristianos. Podemos hacerlo de muchas maneras:
Voy a contarle a otro, con mi sonrisa.
Voy a contarle a otro con mi mirada de profunda alegría.
Voy a contarle a otro con mi buen trato.
A veces no se necesitan palabras, los gestos bastan para anunciar la felicidad del misterio pascual. Toda nuestra vida cristiana pasa por esto, ver mi vida a la luz de la resurrección de Jesús y decirle al otro este mensaje que es el más importante que podemos transmitir.
Te invito en esta semana a vivir en primera persona: voy a contárselo a otros.
#BuenaSemana
Hna. María Elena Fernández
Inspectora