Comunicándonos

#BuenaSemana N°54

Un hombre, viendo sufrir a otro a quien la fortuna había vuelto la espalda, indignado, se encara con Dios diciendo:

—No hay derecho, no es justo que permitas que este pobre hombre sufra tanto. Deberías hacer algo por él.

—Ya hice algo, le ­contestó Dios.

—¿Si? ¿Y qué has hecho?

—Te puse a ti a su lado.

Protestar es fácil, pero estéril, no resuelve nada. Arrimar el hombro y ayudar a paliar el dolor de quienes tenemos al lado, eso es misericordia. Y la misericordia NUNCA es estéril. Aunque, claro, cuesta mucho más que protestar. Tratemos en estos días de crecer en misericordia con alguien por quien concretamente podemos hacer algo.

Que tengan buena semana.

Hna. María Elena Fernández
Inspectora