Mucha gente enferma se acerca en estos días a alguna gruta de la Virgen de Lourdes a pedir por la salud propia o llevando a algún enfermo. Tal vez una de las cosas que deberíamos pedirle a la Virgen acerca de nuestra salud es
poseer alguno de los defectos de Jesús.
El cardenal Van Tuan decía que el primer defecto de Jesús era que no tenía buena memoria. En la cruz, durante su agonía, Jesús oyó la voz del ladrón a su derecha: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino» (Lc 23, 42). Si hubiera sido yo, le habría contestado: «No te olvidaré pero tendrás, al menos, con 20 años de purgatorio». Jesús dice: «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lc 23, 43).
Algo análogo sucede con la pecadora que derramó perfume en sus pies: Jesús no le pregunta nada sobre su pasado escandaloso, sino que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor» (Lc 7, 47).
Jesús no solo perdona y a todos, sino que incluso olvida que ha perdonado.
Pidamos a la Virgen que nos ayude en este retomar actividades, sobre todo a sanarnos de nuestros viejos rencores, provocados por una memoria que nos quitan la salud.
Que tengan buena semana.
Hna. María Elena Fernández
Inspectora