¿A dónde voy?
Cuentan de Chesterton que era muy despistado. En una ocasión, viajando en tren, el guardia le pidió el boleto. Él empezó a buscarlo por todos los bolsillos y no lo encontraba. Se iba poniendo cada vez más nervioso.
Entonces el guardia le dijo: «Tranquilo, no se inquiete, que no le haré pagar otro boleto».
-«No es pagar lo que me inquieta –repuso Chesterton– lo que me preocupa es que he olvidado a dónde voy».
A veces podemos ir totalmente sin rumbo en nuestra vida, o porque vamos dememoria sin atención, sin fuerza, garra y coraje. O porque caminamos desmotivados o desganados. Y de a poco vamos simplemente. Y que importante es para cada uno y para los que nos rodean andar conscientes sabiendo quiénes somos, de dónde
venimos y adónde vamos en la vida.
Te invito en esta semana a vivir atento. A estar con la mente, con el corazón y con todo tu ser plenamente allí donde tenés que estar.
Que tengan buena semana.
Hna. María Elena Fernández
Inspectora