Mucho se dice en estos días por el recuerdo de San Valentín. Santa Teresa de Calcuta en relación al amor decía que la peor enfermedad que tiene el mundo occidental no es la tuberculosis ni la lepra sino el hecho de no ser deseado de que nadie nos ame ni se preocupe por nosotros. Las enfermedades físicas pueden curarse con medicinas, pero el único remedio para la soledad y la desesperación es el amor. Hay hambre de amor y también hambre de Dios. Todos necesitamos de amor.
Una vez en Londres en el comedor que atendían las hermanas se encontró con un hombre que vivía en una casa de cartón que le tomó la mano y le dijo: “Hacía mucho tiempo que no sentía el calor de una mano humana”.
A veces nos puede pasar en nuestras mismas familias, no nos acostumbremos a vivir juntos solamente, que sobre todo aquellos que viven conmigo sientan fuertemente el calor de mi amor, que se expresa en simples gestos.
Que tengan buena semana.
Hna. María Elena Fernández
Inspectora