Comunicándonos

#BuenaSemana N°121

A veces nos dicen cosas que nos duelen o nos calan hasta lo más hondo, y sangramos por las heridas, nos defendemos como podemos.

«El maestro estaba transmitiendo sus enseñanzas a un grupo de discípulos cuando un hombre se le acercó e insultó, con intención de agredirlo. Ante la expectación de los allí presentes, el maestro reaccionó con absoluta tranquilidad, quedándose quieto y en silencio.
Cuando el hombre se fue, uno de los discípulos, indignado por tal comportamiento, preguntó al maestro por qué había dejado que aquel extraño lo maltratara de ese modo. El maestro respondió con serenidad: si yo te regalo un caballo, pero no lo aceptas, ¿de quién es el caballo?».

Ojalá que algunos regalos que vienen así podamos vivirlos con paz, pensando simplemente si algo del contenido es real, no tragando amarguras de otros en el corazón.

Que tengan buena semana.

Hna. María Elena Fernández
Inspectora