Comunicándonos

#BuenaSemana N°108

En este tiempo es importante hacer una buena confesión para preparase a la Pascua. Confesarse con un sacerdote es un modo de poner mi vida en las manos y en el corazón de otro, que en ese momento actúa en nombre y por cuenta de Jesús. Es una manera de ser concretos y auténticos: estar frente a la realidad mirando a otra persona y no a uno mismo reflejado en un espejo.
Es cierto que puedo hablar con el Señor, pedirle enseguida perdón a Él, implorárselo. Y el Señor perdona, enseguida. Pero es importante, que me ponga a mí mismo frente a un sacerdote que representa a Jesús, y en nombre de la Iglesia recibir el perdón. El papa Francisco dice: ¿Qué consejos le daría a un penitente para hacer una buena confesión? Que piense en la verdad de su vida frente a Dios, qué siente, qué piensa. Que sepa mirarse con sinceridad a sí mismo y a su pecado. Y que se sienta pecador, que se deje sorprender, asombrar por Dios.
Aun cuando nos confesemos muchas veces cada una produce en el corazón una alegría inmensa.

Que tengan buena semana.

Hna. María Elena Fernández
Inspectora