Comunicándonos

#BuenaSemana N°59

Al camello, si no le das de beber, de comer todos los días, si no le dices el camino, él lo sabe y te llevará, pero cuando se enoja puede ser peligroso. Tiene una fuerza enorme y con su patas y con la dentadura puede provocar grandes destrozos. Y los camelleros lo saben muy bien. El camellero, a veces, lo enoja cuando lo frena o lo apura y acumula resentimiento. Entonces aparcan su carro, desatan el camello y lo dejan libre. Luego le dan su turbante, con sus olores, de su personalidad. El camello lo destroza con locura. Mientras el camellero lo observa con tranquilidad.
Después el camello se cansa, deja por tierra el turbante hecho trizas y vuelve a ser un camello tranquilo y pacífico.

También los seres humanos somos un poco como los camellos; soportamos, tragamos, nos dominamos y explotamos etc Ojalá en estos días hayas vivido con alegría y paz y no cargado de amarguras. No es bueno acumular hay que acumular demasiadas tensiones y menos resentimientos.

Que tengan buena semana festejando la Resurrección de Jesús.

Hna. María Elena Fernández
Inspectora