Si yo pudiera ser otro. Muchas veces en el fondo vivimos deseando ser otros o tener lo de los otros. Un hombre que caminaba por la playa en una noche de luna llena, mientras pensaba en su vida y reflexionaba:
Si tuviera un auto sería feliz. Si tuviera una casa grande sería feliz Si tuviera un excelente trabajo sería feliz. Si tuviera una pareja perfecta sería feliz…
Pensando tropezó con una bolsa llena de piedras y siguió mientras tiraba si tuviera, si tuviera…
Al llegar a su casa sólo le quedaba una. Y vio que era un diamante precioso.
Cuántos de nosotros pasamos arrojando nuestros preciosos tesoros, por estar esperando lo que creemos perfecto, o soñando y deseando lo que no tenemos, sin darle valor a lo que tenemos cerca, que es nuestra felicidad. Te invito en esta semana a mirar a tu alrededor, detenerte, observar, y te darás cuenta que afortunado sos, y que tu felicidad está bien cerca.
Agradecé y decile también a Dios: dame Señor lo que me conviene y que yo no sé pedir. Que tengan buena semana.
Hna. María Elena Fernández
Inspectora